¡BancoT es ambidiestro!

Necesito alguien … – hizo una pausa antes de continuar – menos innovador y más conservador como CEO de BancoT, por favor ¡Busca tu reemplazo!

Amigo, eso me dijo ayer Diego – sin saludar apenas respondí a la llamada de mi amigo, sin decir agua va … y lejos de compadecerle, me enojé y el respondí con la voz llena de indignación propia de la confianza que da la amistad.

-Espera Justino, pero ¿Qué pasó? ¿Qué hiciste ahora?

Tienes razón amigo, buena tarde te platico como ha ocurrido este evento, disculpa mi arrebatada manera pero estoy que no puedo creerlo – y sí que coincidimos, lo están despidiendo eso está claro, se siente muy feo, lo sé bien por experiencia propia –

Diego me ha citado en su casa, me llamó y me dijo que tenía algo importante que decirme, que por favor me invitaba a desayunar para platicar, le gusta mucho las primeras horas de la mañana para platicar … y su costumbre es tratar los temas complicados, por lo qué un mal augurio se cernía sobre mi cabeza.

La cita era a las 7:30 de la mañana, el viejo es un tipo muy puntual y estuve 10 minutos antes fuera de su casa, el vive por Toluca amigo – dijo Justino para hacerme saber que el relato era para mí y no una seria de pensamientos en voz alta, gesto que agradecí y tome nota mental del gesto –  la mañana era fría y apenas se estacionó Juan el chofer, le pedí esperar unos minutos antes de entrar, me puse a escuchar un poco de música para intentar relajarme, leí unas frases que me gustan y de postre intelectual, el truco mental que uso cuándo los problemas se avecinan … ¡Listo me dije a mí mismo!

Miré mi reloj, faltaban 5 minutos para las 7:30 y con toda la paciencia del mundo me baje del auto y toqué el timbre, no sin antes mirar de un lado a otro, por costumbre malsana de inseguridad, salió a recibirme Diego en persona amigo, ya estaba arreglado y se le notaba con energía y una mueca casi imperceptible de sonrisa contenida, la seguridad que había ganado se fue por el caño en un parpadeo, en definitiva las cosas tendrían su rumbo distinto a mis deseos.

Me abrió paso hacia el interior de la casa, recorrimos el pasillo hacia el interior, nos separaban unos 10 metros con un hermoso jardín al lado derecho y césped pulcramente cortado al izquierdo, suspiré sin apenas notarlo y ausente de pena alguna, en la caminata por el pasillo Diego no dijo palabra alguna, digamos que de alguna manera me dejo “sentir” la naturaleza, alcé la mirada y a lo lejos se veían los árboles en un bosque de niebla sin sol y una ligera brisa de lluvia, un espectáculo perfecto y ambos lo apreciamos llenándolo de nuestros silencios y pensamientos.

Fue corto pero los aromas y el aire puro del ambiente me hicieron mucho bien, recobré la seguridad y mi andar cambio de manera abrupta, Diego en un gesto corporal de una mirada arrepentida hacia mi rostro, hizo acuse de recibo del cambio operado y otra vez esa sonrisa disfrazada de mueca, abrió la puerta de la casa y con un ademán me ofreció entrar en primer lugar, como un buen anfitrión sin duda alguna.

Pasamos hasta el comedor, donde nos atendieron de manera rápida y atenta, sin servilismo alguno pero con atención desmedida y cortes, apenas y dijimos palabra en el desayuno, salvo para elegir si café, té o chocolate y el resto del desayuno, quizá porque alguna vez me dijo Diego:

“Cuándo comas, hazlo en silencio para alimentar el cuerpo y el espíritu”

– Diego el Chairman de BancoT

Ordenó café de olla para ambos como sobremesa, sabe de sobra que me encanta y que no puedo despreciarlo por nada del mundo – siguió diciendo Justino, yo solo escuchaba atento para no perder detalle alguno y poder transmitirlo – y me sugirió pasar al estudio para degustarlo, cosa que hicimos en silencio nuevamente mientras admiraba la decoración de su hogar, conservador en su totalidad pero elegante sin caer en la exageración, dos cuadros máximo por habitación, colores sobrios y poco arreglo sobre los muebles, estos de gusto exquisito pero sencillos y muy cómodos a juzgar por su aspecto.

Llegamos a la entrada del estudio, Diego abrió la puerta y me indico con un gesto que podíamos entrar, se acomodó detrás de una silla ejecutiva de oficina muy cómoda mientras me invitaba a sentarme, detrás suyo me perdí leyendo los libros que se veían ordenados en una parte y un verdadero desorden en otra parte … estaba haciendo el análisis mental de agruparlos por familias de conocimiento, cuándo su voz me saco de los pensamientos y dijo:

-Los que están desordenados los estoy leyendo, los que están cómodos aún no cumplen su objetivo

Asentí con un gesto, seguía leyendo los lomos de los libros y reparé en algo peculiar:

-Diego ¿Por qué tienes siete libros del manual del CEO?, es el mismo libro que me has regalado, cuando terminé la pregunta, acto seguido me arrepentí de hacerla, quizá di pie para la conversación y el motivo de mi presencia en esa mañana de martes

-Uno es mío – respondió con un suspiro, los otros seis son para regalar a … personas a su debido tiempo Justino, de hecho tenía ocho por un tema matemático pero te he regalado uno de la colección y clavó su mirada en mis ojos, se relajo un poco y me comentó como para evitar ese camino que había abordado de manera tan abrupta para decirme:

-Hay un libro muy interesante, se llama “El Ocho es de Katherine Neville” te lo recomiendo Justino es de ajedrez y matemáticas, seguro que atrae y pasarás un buen rato leyendo la obra

Me da mucho gusto que estés aquí Justino – inicio Diego con ese tono de apertura del tema a tratar – y quiero comentarte que es un tema que lo he pensado mucho y por ello considero que este lugar, mi hogar – aclaró para acentuar la importancia que le daba a este lugar – desde hace muchos años es el apropiado para transmitirte mi decisión:

“Necesito alguien … – hizo una pausa antes de continuar – menos innovador y más conservador como CEO de BancoT, por favor ¡Busca tu reemplazo!”

– Diego Chairman de BancoT

Justino hizo una pausa y un silencio que me pareció lógico ante la noticia, me mataba la curiosidad de que hizo, ¿Cómo ha reaccionado? ¿Qué le respondió? ¿Por qué le dijo eso? Bueno debe ser por la razón que se pelearon pensé, cuándo paso esto:

Tenemos el “Problema del agente” amigo – dijo Justino –

Se plantea cuando una parte (“El agente”) tiene intereses, que no coinciden con quiénes usan sus servicios (“el principal”)

Y Diego le ordenó:

Justino, tienes que alinear los OKR internos con tu estrategia, no al revés

El detalle de este tema aquí el link a la historia por si te lo perdiste y, hablaron de ¿En qué negocio estás?

Justino se reveló después con Lego Banking y su apuesta de hacer las cosas como a él le hacían sentido:

“Me contrataron para traer clientes y hacerlos consumidores, y para usar mi criterio cuándo la estrategia sugerida no me haga sentido”

– Justino

Y con esa frase por bandera, inicio una cruzada de innovación basada en 3 pilares que vimos en la charla anterior, huelga decir que esto causó un disgusto en Diego y pasaron poco más de 5 semanas que no sabía nada de Diego, cosa que a Justino le tenía sin cuidado, estaba convencido de que su labor era generar un negocio digital y eso es lo que haría para BancoT, al final eso es un NeoBank ¿o no?

-¿Qué te imaginas que respondí amigo? – me preguntó Justino rescatándome de mis pensamientos y análisis

-Supongo –murmuré más que decir, en una voz insegura por la situación – que debiste preguntar o establecer las condiciones de tu salida amigo.

Debo reconocer – siguió la conversación Justino – qué en principio lo pensé por apenas unos segundos, y me regresé lo más rápido que pude cuándo se alertó todo mi sistema … ¡señales!

-¿Qué tiene que ver “señales” Justino?

Diego en sus enseñanzas me dijo muchas veces, no de manera tan directa que por ello lo deje un poco de lado:

“El lenguaje corporal es el radar de las negociaciones”

– Diego

Recordé por arte de magia, bueno como si fuera por arte de magia como las películas amigo, los silencios, la calidez del desayuno, en entorno, la mueca en forma de sonrisa contenida, las recomendaciones de libros para … comentarlos después, entonces no es una despido me dije fuerte y claro, me jugué esa carta después de todo no tenía nada más.

-Bien Diego: Dalo por hecho y dame 3 meses para tenerlo listo, pero antes me gustaría conocer ¿Cuál es el objetivo de este CEO? – a propósito no dije “mi reemplazo” para no sonar a reproche – para tener una batería de pruebas que validen la decisión final del candidato.

Debe ser alguien de la vieja guardia, de una negocio mas tradicional y enfocado a resultados, donde me cuesta trabajo y debo reconocer que puedes ser mucho mejor mentor que yo Justino, es en el tema de experiencia de cliente.

Ahora estaba claro amigo, como decía Tom Hagen en el padrino, “me puse mi gorra de siciliano y comprendí la estrategia”

… esta historia continuará, está pendiente por favor de la siguiente entrega …

Muchas gracias por leerme en las #CharlasConJustino