Enamorate del problema no de la tecnología

-Cuando era niño amigo – me dijo Justino – en la colonia donde vivía, tenía dos amigos de mi edad en la misma calle y todas las tardes nos reuníamos a jugar futbol y platicar.

Esta charla ocurrió en una comida hablando de la familia y la inseguridad que vivimos, recordamos que cuando éramos niños las cosas eran diferentes y surgió este tema de sus vecinos de Justino

-Y ocurría todas las noches amigo, que mi vecina tenía un ritual que me llamaba mucho la atención, mi vecina se llamaba Laura y a su esposo le decíamos todos Pancho … años más tarde me enteré que se llamaba Raúl y no Francisco pero ese es otro asunto.

-Pancho llegaba todas las noches por ahí de las 20:00 horas, cuando ya estaba cayendo la noche, por lo que nos metíamos a la casa de mi amigo, Pancho trabajaba en un taxi y era la hora que normalmente llegaba a su casa y empezaba el ritual, apenas escuchaba la Sra Laura el taxi de su esposo entrar, empezaba a preparar la cena y todo aquello que podía comer a esa hora, pero de manera literal.

-Le ponía su comida, tortillas suficientes, un vaso de leche, una taza de café, un tasa con té, un vaso con agua, una jarra de agua, sal, azúcar, servilletas, postre, una cerveza bien fría, arroz, un plato con sopa caliente, pan y galletas y cuando Pancho llegaba al comedor, le decía:

-Te dejo comes por favor, ahí tienes todo lo necesario y se iba

Yo imaginé algo así:

-¿Pero por qué se iba? -pregunté lleno de curiosidad-

-Para ver su novela, a las 20:30 horas pasaba una novela que mi vecina veía religiosamente todos los días y claro que no podías perderse

-Entonces -seguí intrigado- su marido tenía que elegir que comer, si se enfriaba era por no apurarse, es más creo que con semejante manjar delante se te van hasta las ganas de comer amigo

-¡Exacto! y eso pasa con la banca amigo

-No entiendo Justino ¿Qué tiene que ver la banca con tu vecina y su manera de darle de cenar a su esposo?

-En algún tiempo, en el banco anterior que trabajaba y eso fue el primer mes que laboré allí y que cambio la percepción que tenían de mí amigo fue lo siguiente:

-Llevaban 8 meses definiendo un proyecto de BigData y revisando el alcance del mismo, a cada mes que pasaba más detalles y más cosas que construir encontraban, eso los tenía preocupados, llevaban 8 meses y no podían terminar ni siquiera el requerimiento – dijo Justino –

-Cuando llegué me integré a este proyecto, estuve observando con paciencia durante 1 mes y medio que hacían, que discutían sin envolverme tanto en sus decisiones un mero observador, es más pensaban que era medio tonto por qué solo los miraba y no opinaba nada, escuche rumores de que mi contratación era un fallo total ¡De qué sirve sino aporta nada!, escuché alguna vez decir a algunas personas del equipo

-Al terminar ese tiempo y viendo que era gente muy preparada, técnicos maravillosos clavados mucho en análisis matemáticos predictivos y usaban términos que no entendía debo confesar, un día llegué temprano y como ya no me hacían mucho caso apenas empezaron a deliberar que nube usarían para procesar los terabytes y terabytes de información y el costo que implicaba, en este punto me interesé amigo, pero no hablaban de costo financiero me enteré después sino costo computacional …

¿Me pueden decir el objetivo del proyecto? – preguntó Justino

-Les dije fuerte y me puse de pie acto seguido amigo, para darle realce a mi postura y valor a mi pregunta, la repetí una vez más cuando ya tenía su atención, un silencio de unos segundos, y rápido el líder natural del equipo respondió

-Procesar 4 terabytes de información que produce el banco para apoyarles en la toma de decisiones

-¡No!-dijo otro- es procesar por lo menos 1 terabyte para que la gente de crédito tenga el dato de los clientes morosos

-Eso fue el principio- respondió el primero- ahora sabemos que podemos tener más poder de cómputo y hay que aprovecharlo ¡para eso somos el equipo de BigData! -dijo orgulloso y algunos asintieron con la cabeza-

-Es encontrar un modelo predictivo de crédito-dijo otro- pero como estamos viendo el esquema técnico apenas y luego decidiremos que hacer con ello ¡recuerden! -les urgió al equipo, se miraban desconcertados una pregunta tan simple los llevó a entender muchas cosas diversas-

-Después de darles la explicación que eran grandes personas y muy capaces, en un mes y medio dieron cuenta de ello – les dije-

-Les parece si les presento una manera de encontrar valor a “nuestro” equipo -dije con énfasis de ser partícipe del problema – y como no muy convencidos asintieron – y les pregunté –

-Imaginen que todos aquí ya somos amigos y queremos irnos de aventura a Europa por ejemplo, digamos 20 días de viaje en plena aventura – se movieron en sus sillas pero con atención – entonces lo primero que investigamos es la cantidad de dinero que requerimos, asumiendo que ya tenemos el tiempo, y las agencias digamos que nos dicen que es un total de $100 mil USD para todos los 20 días, el precio incluye todos los gastos necesarios.

-Y pregunto ahora ¿Tienen ese dinero para el mes siguiente?

-La totalidad respondió que no amigo nerviosos por tocar el tema financiero, entonces vamos a solicitar una tarjeta de crédito -dije- ¿Les parece bien? Convencidos o no, tomando en cuenta que era un mero ejercicio dijeron que si finalmente – busquemos entonces en un banco dije-

-Entramos a la banca en línea de el banco que por aquél entonces trabajaba, y encontramos esta oferta – dijo Justino mientras me enseñaba una foto en su celular –

Hemos cambiado la pantalla para no herir susceptibilidades pero para cualquier banca aplica de cualquier país, solo escribe crédito y verás que pasa, esto para ejemplificar el problema que plantea Justino

Elegimos un banco de nuestro vecino del norte, la cosa no es diferente y buscamos en su home tarjetas de crédito, encontramos esto:

Y luego buscamos la oferta a más detalle:

¿Me pueden decir que tarjeta elegir? – dijo a la gente del equipo Justino- Y entonces amigo – me siguió platicando- me sentí como Pancho el papá de mi amigo de la infancia, donde tenía TODA la oferta y el que tenía que entender de que tipo de crédito que debo elegir es el cliente y también entender las condiciones de cada producto

“El cliente DEBE entender el mismo lenguaje que el banquero: Tal es el paradigma actual”

Justino

-El equipo estaba interesado amigo -dijo Justino- ahora tenían más sentido mis palabras, estaban perdiendo el tiempo con la herramienta en lugar del problema – concluyeron-

“Enamorate del problema no de la tecnología”

Justino

-Y cambiamos el enfoque, el equipo empezó sin decir palabra alguna una alternativa para que el cliente no tuviera este problema, pero siempre pensando en la fricción que acaban de “vivir” Héctor

-Me enteré después que estuvieron a punto de quedarse sin trabajo, el CEO no estaba contento con tanto gasto sin resultados durante 8 meses, a partir de este ejercicio, nos tomo 1 mes dar una alternativa que incrementó en un 30% la contratación del producto de tarjetas de crédito, con un costo adicional muy bajo y una efectividad que se pueden seguir mejorando sin duda.

-La moral del equipo cambio Héctor – dijo Justino- y ahora están mas interesados en encontrar los problemas que una solución.

Agradecí a mi amigo Justino la charla, nos despedimos ya que tenía que volver a trabajar en BancoT, donde está ahora laborando como CEO.

Muchas gracias por leerme, espero encuentres interesante este artículo y que sirva para tu día a día, te mando un saludo.