El stack de desarrollo de la App Fintech

“Cuando tienes un martillo, a todo le ves cara de clavo”

– ¿Conoces la frase? – preguntó Justino a Hugo

Hugo, era la persona que llegó a la entrevista para CIO y ahora habían ido a comer, luego de una charla interesante en las oficinas

– Claro Justino, la conozco

El CEO le invito a comer, para conocer en un ambiente más relajado a Hugo y saber si podía encajar en la idea que tenía de esta nueva organización digital, y la pregunta surgió cuándo ya habían terminado el postre y ordenado el café para la sobremesa. El CEO puso la frase sobre la mesa para motivar a una respuesta más creativa y menos del montón, era un hombre que no perdía el tiempo.

– ¿Qué stack de desarrollo me recomendarías? – preguntó a un Hugo atento, se refería a stack al conjunto de herramientas, lenguajes y lo necesario para desarrollar la aplicación financiera, era una pregunta que le gustaba hacer y siempre estaba pendiente de la respuesta

Hugo, se acomodó en la silla, miró su taza de café y luego a los ojos a Justino, no se necesitaba ser genio para saber que era la pregunta crucial de la charla, no era ningún tonto, sabía que, bajo esa imagen cómoda y agradable, estaba la lupa que lo evaluaba a cada instante, quería lograr el puesto, sabía qué clase de reputación le precedía a Justino.

Ante el silencio, el CEO perdió interés en Hugo, se entretuvo en otros pensamientos que le surgieron, siempre tenía algo en que pensar, era lo bueno de ser introvertido – pensó para sí –

– Hay fases – dijo por fin Hugo, recuperando de inmediato la atención de Justino – y tendencias, pero me interesan más las fases

– Por ejemplo – urgió un exigente CEO

– No es lo mismo cuándo inicias, el objetivo es lo importante – aseguro con firmeza, Hugo – SIEMPRE – en voz más alta de lo normal

El CEO asintió complacido y espero a tener más detalles, que llegaron de manera inmediata

Hugo, le explicó lo que había aprendido, en un par de ocasiones se casaron con estándares abiertos y queriendo hacer lo mejor posible, está claro que suena a lo más lógico para un departamento de tecnología, que cuida la calidad y el producto que entrega, el tono de Hugo sugería a propósito duda en sus palabras, Justino no espero.

– Pero … ¿Eso no es lo idóneo?

– Depende – dijo Hugo ante un complacido Justino, con esa respuesta

– ¿De?

El candidato a CIO explicó, que depende del momento de la organización, aprendió en su tercera oportunidad que había ciertas condiciones que de manera general no se les transmitía a los equipos que construían, era una de las fallas de los tomadores de decisiones en las iniciativas.

Justino asintió, haciendo acuse del error a su puesto.

Hugo continúo diciendo que, no era lo mismo empezar que estar en marcha, y que si tuviera otra oportunidad lo primero que preguntaría sería la estrategia.

– ¿Y que objetivo se busca? – corrigió de manera sutil Justino, para enderezar el camino de la pregunta que ya tenía buena dirección – puede sumar ¿No crees?

– Claro, es lo importante, tienes razón Justino – respondió un apenado Hugo – y es uno de los errores de quién ejecuta que más sucede

– Entonces, ¿Qué me recomiendas para stack de desarrollo? – preguntó el CEO ignorando la última parte de la respuesta de Hugo

– Preguntaría primero ¿Cuál es el objetivo a corto plazo?

– ¿Por qué es importante? – quiso saber el CEO

– De eso depende, el tiempo, el nivel de calidad que podemos o debemos prometer, las personas a integrar, el foco en general que debemos tener para cumplir con lo necesario dentro de un estándar que, por supuesto no es el correcto, es mejorable, pero que debe ser aceptable.

Hugo, no tuvo noticias del impacto de sus palabras, hasta que Justino las repitió y le pidió permiso para anotar en una libreta que sacó entre sus ropas y, con una hermosa pluma fuente y letra delicada escribió, mientras lo repetía en voz alta:

“Se debe alinear el objetivo dentro de un estándar perfectible pero aceptable por los interesados” – Hugo

– Y damos crédito al autor, ¡Claro!

Hugo, respondió:

– Pero no he dicho eso, si es algo similar, pero eso se lee mucho mejor

– La esencia es lo que cuenta, solo acomodé algunas cosas – le respondió Justino, para cerrar el punto

Y solicitó algo más concreto, Justino no era fácil de convencer, quería tener la certeza de que no fuera un destello de experiencia, sino un aporte importante de Hugo.

Le dijo Hugo que, si el objetivo, por ejemplo, fuera tener una aplicación financiera en el mercado en tres meses preguntaría ciertas cosas, de hecho, tenía nombre para este ejercicio, eso le dio la certeza a Justino de que era una experiencia adquirida y que aportaría mucho.

Hugo, le dijo que le llamada: Decálogo Exploratorio Antidespidos o DEA.

Una carcajada siguió a la frase, Justino quiso saber por qué se llamaba así, tuvo esta respuesta:

– Me despidieron una vez por no tener alineada la estrategia con mi quehacer, soy muy buen técnico, pero entendí que no basta, en aquella oportunidad logré cosas impresionantes – mientras le contaba a Justino, Hugo perdía la mirada por esa experiencia

El CEO, siempre empático quiso saber más, quizá una catarsis ayude supuso y no se equivocó.

Recuerdo el día que Juan me miró directo a los ojos y me dijo, con una voz clara y sin matices – dijo Hugo

– Ya no quiero que estés en el equipo, Hugo

– Le agradecí sin notarlo que fuera tan directo y preciso, directo a la yugular que empezó a sangrar, con el impacto de ver la sangre brotando y en riesgo inminente mi futuro, no sentí tan mala la noticia – en un tono melancólico le narraba Hugo

Y siguió como si un dique se hubiera roto, mientras su mirada seguía perdida en el limbo, recordando ese pasaje de su vida.

– Me despidieron una vez por no tener alineada la estrategia con mi quehacer, soy muy buen técnico, pero entendí que no basta, en aquella oportunidad logré cosas impresionantes, durante años usaron la estrategia excepcional que hicimos entre un amigo y yo Justino, transformamos un portal web en servicios tocando solo un archivo y agregando una biblioteca, en total dos archivos, con este hack se pusieron como APIs cientos de procesos para explotarlos en la naciente App Móvil de esos días, un éxito rotundo a nivel técnico, pero solo para los técnicos.

– Si que eres un técnico excepcional – afirmó el CEO

– Y así otros logros Justino, pero despedido de cualquier manera, si solo alguien me hubiera hablado del: “Decálogo Exploratorio Antidespidos o DEA” – sin esperar siguió diciendo – y es este Justino

{Las preguntas y el análisis estarán disponibles en el libro}

Un suspiro dió por terminado el decálogo, una especie de trance en el que Hugo se había hundido, su mirada perdió ese brillo extraño y con una sonrisa regresó a su taza de café, Justino consciente de la situación respetó los tiempos y no dijo nada, tras un tiempo importante de silencio, Hugo preguntó como cualquier cosa:

– ¿A qué hora tenemos que volver Justino?

– No tenemos que, de ser necesario – respondió

Ahora más tranquilo, le agradeció la lección que le había dado, pidió permiso de apuntar el valioso decálogo respetando la autoría por supuesto, Hugo aceptó muy complacido

– Te quiero ser muy honesto, no quiere decir que tenga que contratarte por esto – aclaró tajante el CEO

– Lo entiendo, lo comparto, pero espero que sume – anotó un travieso Hugo

El CEO asintió con un gesto complacido por la actitud de su interlocutor.

La tarde caía y al mirar el reloj, notaron que eran casi las seis de la tarde

– Disculpa Hugo, te entretuve mucho tiempo – dijo un apenado Justino

– No muchas gracias por tu tiempo Justino

– La semana siguiente tenemos que elegir la terna de producto, de ahí harás equipo con alguno de los participantes, te he de confesar muy en confianza, que no me decido si ponerte con alguien que sea complicado para tu personalidad, o con alguien que sea afín y esperemos resultados impresionantes

– ¿Y que lo puede terminar de decidir? – quiso saber Hugo, muy intrigado

– No, nada, está claro – dijo por respuesta de Justino

Hugo, se quedó sorprendido por este casi monosílabo, pero no quiso preguntar, asumió que pisaba terreno complicado, Justino lo notó y dijo

– Tranquilo, quise decir que ya lo tengo decidido

Buscó algo en su libreta, y lo leyó en voz alta

“La cultura se vive, no es un juego” – Diego

– Tendrás un gran compañero de equipo, ya verás – dijo

Y pagaron la cuenta, se despidieron no sin antes formalizar la fecha del siguiente encuentro.

Autor: Héctor Ortega

Muchas gracias por leerme

Héctor Ortega

Laboró durante 10 años para una entidad financiera, como responsable de Banca Electrónica de 6 países, en 2014 fundó Hypertech una empresa dedicada a canales digitales para el sector financiero.
Fundador de Beernnovation: Una comunidad del sector financiero con más de 500 miembros para divulgación, podcast y la revista llamada Be Innovation

Y autor de los libros: “CEO de un NeoBank ¿Ahora que hago?” y “Una serie de preguntas incómodas” disponibles en Amazon

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