Aquí el inicio de la relación de Justino y el viejo consultor
– Me urge poner un chatbot
– ¿Por qué? – quiso saber con genuina curiosidad El Viejo Consultor
– Para atender a los clientes, claro
– ¿Y qué necesitan los clientes?
Un mohín del ejecutivo, que detestaba las conversaciones obvias
– Ayuda, viejo consultor
– ¿Y eso es por problemas de comunicación? ¿Fallas operativas? ¿Confusión de la oferta? ¿Dudas de procesos de contratación?
– ¡Todas las anteriores!
El viejo consultor se detuvo a escuchar sus pensamientos, deteniendo la reacción primaria, era importante la pausa
– ¿Y sí?, por cada cuestión generamos 5 soluciones, hasta evitar el uso del chatbot
– ¿Estás en contra de la tecnología?
No, estoy en contra de usar tecnología para no resolver problemas de raíz
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