Una tarde en la ciudad de México

Ayer, en algún lugar de la Ciudad de México, me dispuse a comer de manera rápida, tenía poco tiempo, el reloj marcaba las 14:35 de la tarde, a las 15:30 la agenda me decía que me esperaba mi cliente, para presentarles una iniciativa de colaboración con inteligencia artificial para servicios financieros, es otra historia que es muy interesante, en otro momento te la contaré a detalle.

Me senté cerca de la transitada calle, me gusta ver la gente pasar, el restaurante luego de 10 minutos se llenó de gente, tanta era la concurrencia, que algunas personas tuvieron que esperar a que les asignaran una mesa.

Al estar mi mesa cerca de la acera, las personas se reunían esperando su mesa, sentía su mirada de presión para que me apurará a comer, la verdad no hice mucho caso, me gusta disfrutar de la comida, “se debe también, alimentar el espíritu cuando se come”, dicen los que saben.

– ¡Los millennials les encanta usar un NeoBank, amigo, por eso estamos apostando por ello!

Decidí no poner atención a la conversación, no es muy correcto, pero no podía dejar de escuchar, estaban literalmente a mi lado.

La persona que lo dijo, tenía sus cincuenta y medio años, entrado en canas y muy jovial, estaba acompañado de otras dos personas, ambos de mediana edad.

– ¿Y no es lo mismo que una Fintech? – quiso saber su amigo

– No hombre, como crees eso, nosotros tenemos licencia bancaria

-¿Las Fintech tienen licencia …. “Fintech”? – se apresuró su amigo a contestar, dudando un poco al final y entrecomillando con los dedos su comentario

Le explicó que los ahorros estaban 100% seguros con la licencia Bancaria (aquí te comparto que yo mismo, hice una mueca pensando seguros, seguros, al 100% … tendríamos que discutirlo a fondo, protegidos sí, seguros mejor platiquemos) seguí atento.

– Sí, pero nosotros tenemos controles – mientras detallaba los organismos que los regulan, CNBV, Condusef, Banxico, etc.

– ¿Y las Fintech no? – quiso saber su amigo

No tengo idea, si no le gustó el comentario de su amigo, o que cosa pasó por su cabeza, pero cambió el rumbo de la conversación

– Con nosotros abres una cuenta en menos de 5 minutos

La amiga, que hasta ese momento no había comentado nada, ya que estaba ocupada escribiendo algo en su celular, se unió a la conversación.

– Ayer abrí una cuenta en un Banco X (dijo el nombre), me tomó menos de 5 minutos, mi hijo hace un mes solicitó una tarjeta de crédito en una Fintech (no recuerdo el nombre) súper rápido también.

Se quedó pensando …

– ¿Entonces la banca digital es Fintech?

Y añadió, luego de una incomoda pausa

– Creo que a las personas no nos importa mucho, si eres Fintech, Neo lo que sea … o Banco, mientras me resuelvas mi necesidad

– ¡Su mesa está lista! – un mesero interrumpió

Terminé de comer, mientras algo me daba vueltas en mi cabeza

“Las personas son personas, no son millennials ni clientes, ni recursos, son personas”

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