Una hoja en blanco, una pizarra lista para recibir dibujos, garabatos, frases o lo que fuera, ahora muy blanca sin mancha alguna, así luce la oficina, Justino sentado en su silla, se balancea mientras su mirada sigue perdida en la nada, son esos cinco minutos de relajación, muy necesarios para focalizar la tarea que debe acometer, se premia unos minutos para no pensar en nada, aunque quizá está organizando la respuesta a ¿Por dónde empezar?.
Un suspiro se escucha, el CEO se levanta y dirige su humanidad a la ventana que desde el sexto piso en este gran edificio de coworking se encuentra, es un día hermoso afuera, dan ganas de salir a caminar, de tomar un café frío, hace una mueca y da media vuelta, expulsa esos pensamientos de procrastinación y acepta su destino tal cuál es, se dirige al escritorio, revisa los plumones que una caja guarda muy celosa, le gusta el de color negro … ¡Empieza el juego!, la mirada de Justino se transforma, está solo en la oficina, decide bajar las persianas para no distraerse con nada, regresa a la pizarra y dibuja un enorme círculo en el medio, mientras sonríe para sí, es hora de empezar a ejecutar.
El círculo dice una palabra, pero es “la palabra” donde se origina todo el remolino del negocio financiero, la experiencia le dice que es el mejor punto de partida, la palabra es: REGULACIÓN, la elección dependiendo el modelo, la regulación dictará un camino que tiene sus diversas variantes, el CEO sigue con el resto de las posibilidades, sus acciones son correctas, enérgicas, llenas de seguridad, no duda, tuvo tiempo para pensar, leer y fiel a su proceso interno: sintetizar
El diagrama se puede descomponer de este modo:
Regulación: ¿Necesita licencia?, lo anota sin titubear, sabe que es la pregunta más relevante, sabe la respuesta, pero no quiere omitir nada, dará la explicación a los accionistas y al consejo consultivo, necesita la dualidad origen – decisión para justificar con hechos y avanzar con pies de plomo, atento a los detalles, pero sin hacerles mucho énfasis continua
CEO: Llegado a este punto … por primera vez duda, no está seguro del nombre, pero no quiere detener su proceso creativo, que puede asesinar las otras ideas por una tonta definición que se puede corregir después, una lección valiosa de su mentor, sigue el consejo y falta de mejor nombre deja CEO, luego apunta: Una estrategia única, reflexiona que no es lo mismo tener una sola estrategia que una estrategia única, pero sabe bien que el proceso exige “NO detenerse en los detalles”, aprueba este pensamiento y apunta: ¿Cómo administrar la organización? Decide que falta algo a esta cuestión, anota entre paréntesis: Fase II
Estrategia: SMART anota y piensa debemos ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales, luego surge una ligera duda que cabe dentro de los detalles, pero es importante ¿Se contraponen los OKR? ¿Los objetivos y resultados clave son parte de la estrategia? – se cuestiona, acto seguido con un intento de sonrisa, se responde, le gusta el juego, lo disfruta – ¡Eso es operación, no estrategia!, Propuesta de valor, escribe y lo lee dos veces, suspira para decir en voz baja, como para reforzar lo que piensa y que lo escuchen sus pensamientos, la tenemos: ¡Gestionar la incertidumbre!, pero le falta acción aunque no es el momento la base es sólida y decide avanzar en su trabajo, busca en sus notas mentales y estas le responden que sigue: La hoja de ruta del producto
“Ejecutar para ser digital o para digitalizar, puede crecer o matar negocios” – Justino
Apunta la frase y le gusta, la borra segundos después recriminando su falta de atención, la escribe de nuevo, pero en letras pequeñas lejos en la esquina inferior derecha de la pizarra, el espacio menos importante de atención, como debe ser.
Foco en ser digital, no en digitalizar, apunta como una acción de la estrategia, asiente con la cabeza y sigue, ahora escribe: Gestión de RIESGOS, así en mayúsculas para resaltarlo dentro de la estrategia.
Mira lo que ha escrito, le gusta mucho y sigue afanado, su teléfono suena con una notificación de WhatsApp, se regaña a sí mismo por no ponerlo en modo avión, ahora tiene que verlo para saber de qué trata, pero claro, se dice y apunta:
“En la era de la atención, los consumidores no quieren recordar, aunque sea en su beneficio” – Justino
Apura la escritura, otra idea saltó en su cabeza y teme que se esfume antes de ponerla en la pizarra, ¡estuvo cerca!
“Tintes de incertidumbre” apunta y hace una nota mental, luego decide que es mejor ponerla por escrito, todo aquello que tenga “tintes de incertidumbre, se tiene que resolver” un mantra interesante para no olvidar la propuesta de valor, asiente complacido y sigue.
Una ráfaga de pensamientos le ataca, regresa a leer el mensaje en su teléfono, nada importante y con furia lo pone en modo avión, solo necesita una hora de total concentración, no pide más, ya ha pasado treinta minutos y … se detiene poniendo la mano en señal de parar, si alguien le viera la visión sería muy cómica, un hombre hablando y gesticulando como mimo, ríe fuerte y sigue.
“El mapa de acción debe ser precario, para dotarlo de los beneficios que necesita” – Justino
– ¿Qué beneficios? – y Justino se vuelve espantado ¿Una voz ha leído sus pensamientos?
No, al parecer es solo su imaginación, sabe que necesita un leve suspiro, regresa al escritorio, se sienta y quita el modo avión del teléfono, lee mensajes durante unos minutos, le manda besos a su esposa, mira un par de actualizaciones en LinkedIn, agrega una reacción a una publicación de Héctor Ortega, pero luego la elimina, el trato era que no debían saber quién es, y regresa a trabajar, el celular de nuevo regresa a la pasividad en modo avión.
Finanzas: Flujo de caja en las tres “P”, Pasado, Presente y Proyectado, aquí agradece a Diego la lección, está entrando en temas operativos y de gestión, se siente cómodo ahora, muy cómodo, es su terreno favorito, una tierra para sembrar una semilla que no sabe cuál es, es la primera vez, mucho tiene que aprender, errores cometerá es muy probable, aunque está disfrutando la experiencia.
Su mapa de acción solo tiene cinco aristas, eso le gusta para empezar, se volverá complejo un día pero hoy es un nacimiento a tiempo, como un bebé, le han pesado y medido y está bien, lo que sigue es la prueba del tamiz la recuerda bien por sus hijos, es un examen de laboratorio practicado a los recién nacidos, para detectar padecimientos de tipo metabólico y sabe bien que se puede realizar entre el tercer y quinto día de vida, como lo indica el pediatra para descartar a tiempo anomalías, es lo que sigue para la naciente organización.
La prueba del tamiz cuán ya este operando, entre el tercer y quinto mes de vida operativa, por eso la relación con dicho estudio, una especie de auditoría menor para determinar la validez del mapa de acción.
Operación: Lanza un pequeño suspiro antes de empezar, la lista es grande y no le agrada, todo aquello que rebasa un número tres se complica, lo sabe por intuición o creencia da igual, pero no le gusta y no puede sintetizar más, es necesario, suspira de nuevo y empieza a escribir en la pizarra.
“La gestión ágil es para responder al negocio, no los proyectos” – Justino
Le gustó la frase, la coloca con otro color de plumón un azul intenso, es importante esta pequeña distinción, y no se detiene a pensar en los detalles, avanza con la siguiente táctica operativa.
Lee de nuevo la frase, se puede ajustar más, debemos meter la palabra incertidumbre en la ecuación y va más allá, ¿Y sí? Como regla debemos poner incertidumbre para todo … la desecha, debe reflexionar en las consecuencias de esta acción, no es de las personas que toma decisiones sin reflexionar, abandona y se baja de este tren de pensamientos y sigue.
Componentes básicos de la operación: Se muerde muy suave su dedo índice izquierdo, muere de ganas por detallar la lista de componentes básicos de operación, pero no es el momento ni el lugar, estas dos variables terminan descarrilando la idea que muere sin chistar, el CEO sigue con su labor.
Proceso, Talento, Marketing, Tecnología apunta y al verlos agrupados en una sola línea pareciera que es la labor final de un cansado ejercicio, pero no es así, no quiso colocar detalles y quizá abuso un poco.
¿Y con esto arranca una entidad financiera digital? – se cuestiona, pero no se responde, decide apuntar los siguientes tres pasos en la ejecución, estos son:
- Contratar responsables de iniciativa
- Evangelizar a los responsables de la estrategia y el mapa de acción
- Dejarlos hacer y cada cierto tiempo: alinear el rumbo (como cuándo manejas, se dijo en voz baja)
Con un suspiro da por terminado su trabajo de esta mañana, decide salir a comprar ese café como premio a la síntesis que acaba de redactar, no sin antes tomarle una foto a la pizarra, de dirige a la salida por ese café, el ascensor no tarda en abrir sus puertas y llevarlo al lobby del edificio, casi llega a la entrada principal cuándo una voz le hace volver.
– Eh, ¡Justino espera!
Es Diego, quién acaba de llegar, se saludan y el CEO le invita a compartir el café frío a dos cuadras del edificio, Diego acepta con un entusiasmo casi juvenil, y ambos amigos hablando de trivialidades se dirigen a saborear ese café.
Justino decide ir por el café, y lo pide para llevar ante un Diego que se había acomodado en una mesa, le dice que necesita que vea el mapa de acción y los siguientes pasos, antes de presentarlo al consejo de accionistas, Diego asiente y se dirigen de regreso al edificio.
El café se acabo durante el trayecto, Diego está intrigado ya que Justino no ha querido platicar ni dar adelantos de la estrategia, dice que es mejor que la vea y opine sin pensarlo mucho, explica que es parte de la prueba de ácido que necesita, es importante para él y Diego no insiste y acepta.
Las persianas cubren la oficina impidiendo ver su interior, Justino detiene a Diego para pedirle unos segundos antes de entrar a la oficina, decide entrar solo para voltear la pizarra, cuándo sube las persianas con un ademán invita a Diego a entrar, le solicita ponerse cómodo en una silla y acto seguido vuelve el pizarrón.
No dice nada, atento a las reacciones de su amigo y ahora socio, los ojos, la boca, las manos, el tronco ¡Cualquier gesto del lenguaje corporal es vital!
El viejo Diego, un tipo muy difícil de sorprender por su vasta cultura, experiencia y trayectoria, no se inmuta, es un viejo jugador de póker, algo que Justino no sabe pero intuye, es que sabe guardar las emociones muy bien cuándo se requiere, su lenguaje corporal es imposible de leer, o lo que se interpreta es ausencia de todo, ni un ligero cambio, en los labios, los ojos, y entonces pone énfasis en las pupilas que leen detrás de los anteojos, ¡se dilatan” la única señal que no puede manejar, pero no aventuremos nada, dejaremos que Diego hable cuándo tenga que hablar.
Luego de unos minutos, pocos en realidad, termina de leer y se levanta para dirigirse a la salida, poco antes de alcanzar la puerta que está a dos pasos se vuelve y dice:
¡Mi trabajo está terminado, no tengo nada que enseñarte amigo!, y con un ademán se despide para agregar
¡Es mi hora de disfrutar el espectáculo! Y se aleja
Justino por la emoción tardó unos breves segundos para notar que su portafolio se quedó en la silla, lo tomo y sale corriendo detrás de Diego, no lo ve y toma el elevador, al llegar al lobby le marca esperando que no esté en el estacionamiento y la señal sea débil o nula, suena tres veces el teléfono, sigue sonando y nadie contesta, cuelga.
Suspira y decide marcar de nuevo.
Suena, suena y nadie contesta, cuelga.
Marca de nuevo, no lo piensa esta vez.
Suena y …
– ¡Justino!, ¿Qué pasa? ¿Por qué la insistencia? – responde un Diego un tanto molesto
El CEO de disculpa, pero le dice que se ha marchado y su portafolio se le olvido, de nuevo, a lo que Diego responde
– Pero, si me fui al baño … no hemos terminado
Autor: Héctor Ortega
Muchas gracias por leerme
Laboró durante 10 años para una entidad financiera, como responsable de Banca Electrónica de 6 países, en 2014 fundó Hypertech una empresa dedicada a canales digitales para el sector financiero.
Fundador de Beernnovation: Una comunidad del sector financiero con más de 500 miembros para divulgación, podcast y la revista llamada Be Innovation
Y autor de los libros: “CEO de un NeoBank ¿Ahora que hago?” y “Una serie de preguntas incómodas” disponibles en Amazon
