Las dos preguntas

– Haremos una revolución en servicios financieros, será disruptiva la iniciativa, nadie ha visto esto nunca, seremos los primeros en hacerlo …

Le citaron en un café, era un joven ejecutivo, con un par de años como CEO, al menos así se presentó ante #ElViejoConsultor, dijo que tenía un gran proyecto, el viejo consultor le miraba atento, saboreando la humeante bebida.

En su cabeza, hizo un campo semántico de las primeras palabras del joven:

+ revolución

+ disruptivo

+ nunca

+ primero

El joven se le notaba a leguas que era de cuna de oro, muy seguro de sí mismo, vestido de manera impecable con buen gusto, dinámico e hiperactivo, le dijo sin miramientos.

– Mira viejo, el consejo de administración me pide que hable contigo, no tengo intenciones de contratarte, estás fuera de época, no te ofendas, es observación no comentario

El viejo consultor, solo hizo un movimiento en señal de aceptar el mensaje, no era la primera vez que le pasaba.

– Quieren saber qué opinas, no me importa tu opinión, lo que la Inteligencia Artificial puede construir no tienes ni idea

De nuevo el viejo consultor, asintió

– No te puedo, ni tengo el deseo de darte más detalles, te pregunto ahora ¿Con lo que te he dicho, me puedes dar una opinión?, Me refiero a realizar esto de la mejor manera, no te hago perder tu tiempo – por fin un destello de empatía rasgo de su buena educación – ni el mío.

Ahora tenía un campo semántico completo:

  • revolución: Quieren agitar las aguas
  • disruptivo: Alguien les vendió algo
  • nunca: ¿Y el riesgo?
  • primero: ¿Por qué la gente se ufana de presumir que han sido los primeros? ¿Aporta valor al negocio?
  • AI: ¿Innovación en la moda?

– Por supuesto, tengo preguntas

– No quiero preguntas, quiero respuestas – dijo tajante el joven –

El consultor suspiró, tenía dos alternativas en mente, todo dependía de la actitud del joven.

Una era platicarle que los negocios en esencia se tratan de generar dinero sobre todas las cosas, con una buena historia le podría dar sentido a su iniciativa, pero debía estar abierto a escuchar, no era el caso.

La segunda, decirle la tesis de su vida y de su estrategia, simple, corta, efectiva, poderosa, brutal, cambia rumbos, a nadie le fallaba, fácil de recordar, “calla-bocas” le decía un amigo.

– ¿Y bien? – impaciente el joven CEO, le sacó de sus pensamientos

No dijo nada, solo sacó una hoja de papel, con una pluma de una tinta suave con muy buena letra escribió algo que el joven no podía ver, su disgusto iba en aumento, odiaba escribir en papel, se notaba que el anciano no tenía idea de nada, estaba perdiendo el tiempo, pero … el consejo de administración pues es el consejo de administración.

– Le agradezco su tiempo – mientras se le ponía de pie y le extendía la mano, en señal de despedida – le dejo este mensaje, para que lo lea con calma, de ahí podrá sacar sus conclusiones para el consejo

El joven se sorprendió incluso a sí mismo, quizá fueron las palabras, la mirada del viejo detrás de esos anteojos, la calma de su voz, la destilada experiencia en sus maneras se apresuró a leer el papel, ni bien lo terminó, corrió para alcanzar al #ElViejoConsultor

– Señor, quizá me puede ayudar. Empecemos de nuevo

A pesar de mostrar amabilidad, ese don de mando no se perdía, asintió y le dio su tarjeta (que también le impresionó)

– Por favor joven, llame a mi oficina, agendarán una cita para firmar NDA y avanzar

Todo era diferente, ya no era ese viejo sin sentido, ahora parecía dueño de la situación, estaba en su terreno, el joven lo sabía, pero estuvo de acuerdo

¿Qué leyó? El campo semántico:

+ revolución

+ disruptivo

+ nunca

+ primero

+ AI

Agregué dos preguntas a cada palabra:

¿Para qué? y ¿Por qué?