El día que puse en jaque a un CEO

– ¿Me recomendarían solicitar un crédito en su organización?

Al unísono, respondieron que sí, los tenía donde quería, avanzamos. Esta técnica se llama: Las 3 preguntas

– ¿Es fácil solicitarlo?

De nuevo afirmativo

– ¿Tardan mucho en darme la resolución?

– 2 horas máximo – orgullosos me respondieron – con la innovación que hicimos en … y me detallaron todo, cada vez mas orgullosos

– ¿A quién le tiene que gustar en principio, el platillo que preparas? – preguntó el maestro chef

– A la persona que lo prepara, de ese modo puede recomendarlo – respondieron al unísono

Esas dos preguntas estaban en mi mente, eran la base de la estrategia de la 3 preguntas, para “llevarlos” donde quería

Me habían contratado como consejero, para ayudarles en su estrategia Transformación Digital, era la reunión de la primera línea, el CEO (socio mayoritario y viejo lobo de mar)

El CEO hinchó el pecho orgulloso, me miraba pensativo, bueno retador más bien, como pensando ¿Ya ves, no estamos nada mal? ¿Está complicado que nos puedas ayudar en algo?

La reunión recién había iniciado, fue casi un año cazando ideas con la organización, un período de lo mas entretenido, me divertí, aprendí y además me pagaron, no se puede pedir más, amo hacer todo esto.

– Una pregunta para cerrar este tema – dije – ¿Alguien de aquí ha pedido un crédito en su organización? ¿Cuál ha sido su experiencia?

El ambiente cambió, una persona en especial es muy auténtica, dijo que sí, tuvo un problema de dinero por temas familiares (dio con lujo de detalles la razones), le urgía el dinero, pero fue un verdadero “viacrucis

La total atención y preguntas no se hicieron esperar, bombardearon a quién, otrora ufano me explicó la agilidad el proceso de autorización y desembolso, pero … explicó que en efecto, ese proceso era muy bueno, lo problemático era la documentación que pedían …

Otra persona le interrumpió casi al terminar, ocurre un fenómeno interesante en el pensamiento colectivo, queremos sumar para ser incluidos, por ello, es vital llevarlo a experiencias que deben emerger, es el poder de las 3 preguntas, sigamos

A mí me pasó – dijo alguien más – que pedí un préstamos, terminé de pagar, solicite otro y me pidieron toda la documentación … otra vez, para tardarse lo mismo otra vez

Y es donde hago la diferencia:

“Cliente es diferente a Consumidor”

Justino

La cara impasible del CEO era interesante, pero una ligera mueca y su mirada, aunado a un par de movimientos en su silla, me decían que una revolución ocurría en su interior, sentía que le desnudaba en público, no estaba acostumbrado estar contra las cuerdas, él era quién ponía contra las cuerdas …

Ah por cierto, no me renovaron contrato, como decía Edgar Allan Poe: “nunca más”

Luego pregunté, cuándo todo el mundo terminó su catarsis

– ¿Sr. CEO usted a pedido un crédito en su organización? – intentó responder, le detuve con un ademán – ¿Sin usar su puesto?