El socio mayoritario se puso de pie y preguntó
¿Y cómo ganamos dinero?
La pregunta dejó un ambiente en completo silencio, en la amplia mesa de cristal transparente, se veía a los socios de este emprendimiento, en la cabecera Diego, el socio mayoritario con su cabello canoso y su metro ochenta de estatura, el tono de su voz no se sentía acusatorio pero el impacto producido, si que puso en un silencio mortal al todo el comité.
Ahora que me platicaba Justino, estaba más tranquilo, pero solo el hecho de rememorar el evento lo hizo sentirse incómodo, la amplia confianza que teníamos por años de conocernos, desde nuestros tiempos de las boinas rojo con verde, no dejaban dudas, suspiró y me dijo que era importante platicarme lo sucedido, por tres razones que, enumerando con los dedos de la mano me compartió.
- Es una catarsis emocional
- Quiero la opinión de un tercero
- Aprendizaje y que lo publiques, para que otras personas se beneficien de ello
Me acomodé en el café de siempre, la gente pasaba por la acera, pero no reparábamos en ello, tomé mi taza de café con ambas manos y me dispuse a escuchar muy atento el relato.
– Puedes sacar tu libreta para anotar, amigo
Agradecí el gesto, sin decir palabra lo hice y la coloqué para cuándo fuera necesario
La pregunta de Diego era para mí, continuó Justino, era la primera reunión de comité, una especie de prueba de fuego para mi puesto resulta que no es lo mismo atender algo en marcha que diseñarlo de la nada, me olvidé amigo, no tengo idea de por qué me distraje con ello, tantas lecciones, tantas tardes juntos para que fallara de este modo, pero bueno, recriminarse no sirve de mucho, el tiempo no se puede regresar.
– ¿Te parece si avanzamos amigo?, me refiero a que me digas que hiciste y no caigas en este reproche – Justino agradeció el rescate –
Estuve explicando la estrategia, la propuesta única de valor y cómo uniríamos a producto con tecnología en una punta de lanza, apoyados por todo el resto de equipo, su misión era simple, ingresar dinero a la organización.
– Pero, no explicaste el ¿Cómo se haría? – interrumpí y me dispuse a escribir lo que me respondiera, para tenerlo como lección aprendida
– De hecho, sí, pero no era lo que deseaban escuchar
Al terminar la frase, la apunte en mi libreta, así también di espacio que Justino tomara un respiro
Diego se puso de pie amigo, su mirada no era desafiante, como pensé en un inicio, alguna vez me dijo que debía aprender a leer el lenguaje corporal, era importante para un ejecutivo, y lo recordé.
Sus ojos se entrecerraron de manera apenas perceptible, era el único punto de emociones, seguido de un ligero parpadeo, entonces supe que no me desafiaba, en realidad esperaba que con su pregunta que simulaba enfrentamiento, diera una respuesta acorde a mi puesto, que sentara la base de mi mandato.
– Diego, le respondí mientras clavaba mis ojos en su mirada ignorando a los presentes – dijo Justino – por favor, regálame otros diez minutos y terminaremos con la estrategia, el último punto de la agenda es revisar los detalles de cómo ganaremos dinero
Diego, hizo una mueca que lo que no le conocían lo tomaban como disgusto, a diferencia de mí amigo – enfatizó Justino – sabía que estaba complacido, el pequeño acto simulado frente a todo el comité había dado resultado, ahora sabían que el CEO tenía el control, y que no podrían influenciarle con facilidad.
– ¿Por qué es importante que un CEO, le respete el Board Justino?
Como si mi pregunta fuera retórica, Justino me miró con desconfianza
– Disculpa si es muy básica mi pregunta, pero de verdad que no entiendo
– Está bien Héctor, si nombras un líder esperas de él independencia y que haga que las cosas sucedan, si en tú percepción, ya sea realidad o no, que poco importa, percibes que le das ideas, dirección o seguimiento muy controlado, consideras que no es capaz, que de algún modo le diriges, entonces ¿Para qué lo tienes?
– Ahora entiendo amigo, que importante es entonces, deja anotarlo
– Adelante amigo
Al terminar de escribir, me hice cargo de mi taza de café y sin apenas notarlo, resultó que me lo había terminado, pedí un té con miel para seguir con mi amigo.
– ¿Entonces como ganan dinero?
Primero me miró tan directo que sentí incomodidad, luego hizo unos gestos raros con la boca como conteniendo algo, que resultó era una risotada, estalló en una gran carcajada que hizo voltear los comensales cercanos de la cafetería, un tanto apenado se disculpó, pero seguía riendo.
– ¿Es muy gracioso, no te parece amigo? – mi cara de asombro pensé que sería suficiente para darle a entender, pero no, él tenía otra información
– No te entiendo ¿Qué es gracioso Justino?
– Amigo, no te diste cuenta de que “NO tenía algo preparado como respuesta”, al menos para la reunión
– ¿En serio Justino?
– Tal cuál, no siempre debes tener todas las respuestas, pero si tienes que saber salir avante de las situaciones incómodas
– Espera, si lo dices como frase ¿Cómo podría quedar mejor?, sabes de ese tipo de cosas como “Señor, eso no podemos decirlo, por favor haga ajustes”
– Ah, me gusta el ejercicio – dijo Justino muy contento –
– Me parece que puede ser mejorable amigo, pero me gusta – respondí mientras apuntaba en mi libreta la frase
Y no dejé del lado, el tema de verdad me interesaba
– Amigo, ¿Qué hiciste entonces para salir bien librado de la pregunta de Diego?
– Ah mientras terminaba de explicar la estrategia, si tenía una idea bien cimentada de como ganaríamos dinero, pero no tenía claro los detalles y es lo que me ponía incómodo hasta que se me ocurrió, o debo ser fiel a la verdad, me acordé de las lecciones de Diego y puse los puntos sobre las íes y dejé clara mi postura como CEO
En este punto ya tenía mi té con miel enfrente, lo empecé a saborear del mismo modo que disfrutaba la siguiente lección de mi amigo, no dije nada, ni pregunté nada, le di su espacio y tiempo.
Me compartió que estuvo pensando unos minutos, y sonrió cuándo de pronto una idea surgió en su cabeza
– Diego no quiere saber ¿Cómo ganamos dinero?, lo que él quiere saber es ¿Qué haré para qué con CERTEZA ganemos dinero?
– Es lo mismo Justino – repliqué – solo es un juego de palabras y ya
– Amigo, sí conozco la manera de ¿Cómo ganar dinero? Seré un CEO operativo
– ¿Qué tiene de malo?
– No creceremos de manera exponencial, estaremos limitados por mi tiempo y visión
– Interesante Justino, no lo había visto de ese modo, interesante, sigue por favor ¿Si sabes con certeza, no es lo mismo?, de hecho, ahora que lo pienso bien … es peor, tienes los detalles
– Depende de que detalles amigo, es el secreto, que envuelve la sutil diferencia
– Explica Justino, por favor – y me dispuse a escribir en mi libreta dejando el té con miel a un lado
Dijo que saber con certeza tenía que ver con estrategia, no con la táctica, eso hacía la diferencia, en realidad yo seguía sin entender, me seguía pareciendo un simple juego de palabras confuso, un juego que no llega a ninguna parte dentro de una conversación estéril que …
– ¡Espera Héctor! – me interrumpió, las últimas palabras que leíste están anotadas en mi libreta y Justino estaba leyendo –
Me sonrojé y le ofrecí disculpas
– Tranquilo amigo, tienes razón de hecho, bueno exageraste un poco, pero si hay un punto de razón en tus palabras, puede ser solo un juego que conocen dos, pero da una pista de donde llegar
– Por eso tienes la certeza de que se hará ¡Claro!, ahora me resulta evidente – dije al terminar de apuntar la frase que Justino me compartía
– Lo que se quiere es que se haga, no que yo lo haga – puntualizó
– Y con esa manera de actuar, puedes enfocarte en supervisión y logro de objetivos, más que en operación y detalles
– Lo entiendes perfecto Héctor
Le repetí una frase que usa mucho Justino, no me gusta, pero tiene mucho sentido cuándo diriges
– Exacto, que bueno que lo recuerdas Héctor, recuerda
Una frase que Diego le decía a menudo, para orientar los esfuerzos a la estrategia y la visión a mediano y largo plazo, para el día a día tenía toda una línea de personas capaces, por eso tenían tareas distintas.
– Bueno, pero no me has dicho que respondiste al final, ¿En que acabo todo aquello?
– Luego de pensar un momento Héctor, tuve la respuesta y suspiré asintiendo con la cabeza, por puro instinto busqué la mirada de Diego
– Déjame adivinar Justino, tenía la misma mueca que era una sonrisa fingida
– ¡Exacto!, tenía la aprobación amigo, y entonces di por terminada la reunión, Diego se sobresaltó, su gesto de enojo no pudo disimularlo, como de decepción cuándo crees que estás en la misma sintonía, todos los indicios dicen que sí, pero a la hora de la verdad es que no
– Eso lo explotan mucho en las películas, amigo
El CEO ignoró mi comentario de principio a fin y añadió:
– Pero antes de terminar, no crean que se me olvidó la pregunta de Diego, el socio mayoritario
– Buena la anotación de reproche Justino – imitando de manera exagerada su voz le dije – “Socio, el socio mayoritario”
– Sí, claro la teatralidad es importante amigo
Y dijo que, para terminar, dijo que la respuesta fue simple y contundente
Anoté con cuidado cada una de las palabas de mi amigo, al terminar pregunté
– ¿Solo crédito?
– Es donde hay negocio, para no irse derrotado por su CEO, Diego me añadió amigo:
Y se retiraron de la reunión, muy complacidos con la reunión, así lo expresaron uno a uno mientras se despedían, excepto Diego que salió a pasos firmes y veloces.
– ¿Se molestó?
– Sí, para todo el comité, me mando un mensaje unos minutos después
– ¿Y que decía amigo? – tuve que preguntar, Justino parecía que no quería contarme
– Qué salió de prisa porque … le urgía ir al baño
Y reí tan fuerte que, escupí el té con miel sobre mi amigo …
Autor: Héctor Ortega
Muchas gracias por leerme
Laboró durante 10 años para una entidad financiera, como responsable de Banca Electrónica de 6 países, en 2014 fundó Hypertech una empresa dedicada a canales digitales para el sector financiero.
Fundador de Beernnovation: Una comunidad del sector financiero con más de 500 miembros para divulgación, podcast y la revista llamada Be Innovation
Y autor de los libros: “CEO de un NeoBank ¿Ahora que hago?” y “Una serie de preguntas incómodas” disponibles en Amazon