Lo PEOR está por llegar

– ¿Por qué se considera apto para el puesto? – preguntó Justino a un entusiasta joven

– ¡Tengo mucha experiencia en implementación de proyectos con Scrum, metodologías ágiles en general! – respondió de inmediato, para luego añadir – los marcos de trabajo ágiles nos brindan …

– Espera – interrumpió el CEO – por favor – con un poco de impaciencia, cosa rara en él – llevaban cerca de una hora de charla, el joven tenía por costumbre en cada intervención … como decirlo … “trataba de evangelizar” sobre las metodologías.

A Justino le pareció que sin duda conocía del tema, pero era la única manera en que había trabajado, además de que parecía que no hablaba de proyectos de corporaciones grandes, más bien con foco de startups … el valor que agregaba esta experiencia previa, le hacía no descartarlo, pero no sentía que pudiera ser el responsable de la gestión de la nueva organización.

– Dime – un breve suspiro del CEO y se animó a realizar la pregunta que se estaba callando durante toda la charla – ¿Tienes experiencia en diversos proyectos …

– Por supuesto – un joven nervioso se adelantó, no esperó que Justino terminara la frase – he estado en varios desde procesos regulatorios, hasta salida al mercado, todo con metodologías ágiles, los marcos de trabajo ágiles nos brindan …

– Espera por favor, entiendo tu nerviosismo – atajo el CEO, ahora mucho más calmado, su impaciencia no era por la persona, la generaba la decisión que ahora ya tenía clara, no tenía duda – tomemos esto con calma, te parece si ¿Hago preguntas puntuales?

– Perfecto, claro señor Justino

El CEO frunció el entrecejo ¿Señor Justino?, pero siguió con las instrucciones

– Las preguntas, serán un tanto cerradas, responder SI o NO, es suficiente, ¿Estás de acuerdo?

– Sí, señor Justino

– Solo Justino, por favor

– Si, Señor Justino, digo, perdón, Justino – y ambos rieron más relajados –

El CEO hizo muchas preguntas, todas ellas con una sola intención: Guardar la pregunta para el final, la pregunta importante, la que sabía de antemano la respuesta y que hacía que ya tuviera una decisión con respecto al joven, pero quería darle el beneficio de la duda, luego de una batería de doce preguntas, todas ellas fueron contestadas muy rápido por el joven, añadiendo siempre un comentario para afianzar el Si o el No.

– ¿Tienes experiencia en manejo de portafolios de proyectos empresariales?

Un silencio llenó la habitación, el joven que estaba sentado con el tronco del cuerpo un poco hacia adelante, se regresó a su asiento, la pierna antes cruzada en total seguridad y confianza se deshizo plantando ambos pies en el piso, no dijo nada, solo estaba perdido con la mirada, parpadeaba alternando unos ojos bien abiertos, pero no decía nada, su respiración se notaba la impaciencia. Justino respeto el momento, tomo un sorbo de agua haciendo como que anotaba algunas ideas en su cuaderno, el silencio por fin se rompió.

– Si, claro que lo tengo

– Me puedes platicar de un portafolio, que hayas manejado, las bases de la gestión, los riesgos como los identificaste, la planeación financiera, esos detalles y por favor no escatimes, tenemos todo el tiempo, me interesa mucho conocer esos aspectos a la mayor granularidad, por favor

Es probable que haya sido la seguridad en la voz del CEO, las palabras elegidas con sumo cuidado lanzadas como dardos ante la incipiente respuesta positiva sin un fundamento claro, denotaba la falta de experiencia incluso del concepto mismo, pero quizás estaba cometiendo un error de apreciación, por eso eligió detalles en la explicación.

Unos segundos después …

– No, en realidad desconozco el proceso de portafolios, la única gestión que he realizado es con Scrum y Kanban, donde tengo mucha experiencia y estoy certificado, debo decirle que le admiro, se bien quién es usted y lo que puedo aprender a su lado, por eso estoy aquí

– Perfecto, aprecio tu franqueza y lo tomaré muy en cuenta – respondió el CEO – la entrevista ha terminado, ¿Alguna duda, comentario, algo que desees saber?

El joven preguntó trivialidades, sumado a temas de tiempos y una pregunta que, si le agrado el CEO, las nuevas generaciones tienen esa chispa que los hace distintos, el joven quiso saber ¿Cuándo le daban el resultado de la entrevista?, no estaba acostumbrado a esperar la llamada, quería tener certeza al respecto. El CEO informó de manera puntual cada una de las inquietudes cerrando con un apretón de manos.

El siguiente candidato estaba listo, era una mujer de nombre Erika, la candidata saludo muy formal, tomó asiento con seguridad, pero sin asomo de petulancia, bien cuidada su entrada, cada detalle, desde como y donde colocar el bolso de mano, apagar el celular frente a su entrevistador, una libreta pequeña lista con bolígrafo para tomar notas, se acomodo en la silla sin cruzar los brazos o las piernas, un atuendo muy ejecutivo, sobrio de color azul oscuro, zapatillas elegantes y pulcras, su entrada, elegancia, maneras dieron una buena impresión.

La charla empezó por conocer su experiencia, algunas preguntas de rutina para Justino, el conocimiento y experiencia de Erika era notable, no quiso entrar a los detalles como paso siguiente, cambio la estrategia y preguntó:

– ¿Tienes experiencia en manejo de portafolios de proyectos empresariales, Erika?

¡Lo PEOR está por venir! – fue su respuesta

– ¿Disculpa? -dijo Justino

Erika se acomodo en su silla, le miró con seguridad y le contó una historia, sobra decir que el CEO estaba anonadado.

En mi trabajo actual, soy directora de gestión, tengo seis años en el cargo y uno de los grandes retos al estar en una organización tan grande, era la cantidad de proyectos, para ello lo que mandan las reglas es tener un portafolio, para dar seguimiento puntual con procesos repetibles, aunque eso lo aprendí por un punto de quiebre.

Tenía poco más de un año en mi cargo, asumí que las cosas iban bien, trabajamos mucho lo que me daba la total certeza de mi buena labor, en no pocas ocasiones mi equipo de trabajo se reunía en fines de semana para revisar la cantidad de proyectos que teníamos, eran tantos que no nos dábamos abasto entre semana a pesar de trabajar hasta altas horas de la noche, el líder anterior que era mi jefe ya que fui ascendida, así nos había acostumbrado, entonces no teníamos ninguna duda de que era la manera de proceder.

Claro que la gente se quejaba, te digo antes de que me preguntes – sonrisa del CEO, que seguía atento el relato – pero asumía que un día vendrían tiempos mejores, cuándo más gente se uniera al equipo, algo que me parecía muy racional, estuve peleando mucho por eso, tarde más de cinco meses en que me autorizarán cuatro vacantes, al llegar más gente todo el equipo sintió una ola de alivio, hasta me felicitaron por lograr algo que mi predecesor no logró en poco más de diez años en el cargo.

Los primeros meses con cuatro personas más en el equipo, era todo un panorama que auguraba menos trabajo, será cuestión de tiempo, pensamos de manera inocente, incluyéndome por supuesto, apenas se capaciten y entiendan como funciona seguro tendremos el apoyo que necesitamos.

“Si integras más gente a tu equipo, sumas más problemas si no tienes procesos y una cultura para seguir” – Erika

Nos llenamos de muchas más cosas que hacer, lo PEOR estaba por venir – algo que llamó la atención del CEO, es que la palabra PEOR le ponía cierto tono de voz o algo que parecía que se refería a otra cosa, era probable que fuera su imaginación, lo dejo pasar – así terminó el primer año de mi gestión con la evaluación correspondiente.

Erika contó que estaba confiada en que tenía un buen papel en su primer aniversario, hasta que su jefe directo hombre de pocas palabras y duro al ejercer el liderazgo dijo:

– Erika, muchos líderes dejan pasar por alto que el primer aniversario es crucial, siguiendo esta misma línea no celebran un segundo aniversario en el puesto

¿Era una amenaza? ¿Era un dictamen? ¿Es solo un comentario? – pensaba Erika- debe ser un comentario, se dijo para tranquilizarse, no había de que preocuparse, había hecho un gran trabajo, a cada frase motivacional para sí, más control ganaba, hasta sentirse contenta que una leve sonrisa dibujo en su rostro

– ¿De qué te ríes? – preguntó con dureza su jefe inmediato, sacándola de sus pensamientos arrastrándola a un torbellino lleno de dudas, empezó a sentir como le palpitaba el corazón – Te estoy diciendo que es probable que no celebres el segundo aniversario, pero tengo que ser claro, haces un gran trabajo, pero a costa de quemar a las personas, no pocos se han quejado

– Tienes seis meses para cambiar el rumbo, ¿Está bien? – está pregunta final, no era un regaño ni era retórica, sonaba con un dejo de piedad, como para suavizar el ultimátum

– Ninguna, muchas gracias

¡Y entonces vino lo PEOR! – dijo Erika a Justino, ahora lo de PEOR con un acento mucho más marcado, era algo importante sin duda, lo tenía en ascuas al CEO, aunque lo estaba disfrutando

Para recordar – dijo Erika -se me ocurrió poner una frase: “Lo PEOR está aquí”, eso da la connotación de ser algo complicado, pero lo recuerdas, no puedes olvidarlo porque genera impacto emocional.

– ¿Por qué te quieres cambiar de empleo? – intrigado preguntó Justino

– Quiero tener retos nuevos, lo PEOR llegó y siguió su curso, quiero algo menos burocrático y ágil

El joven de la entrevista anterior, se dijo Justino para sí, puede inyectarle la chispa que Erika busca, a su vez ganará experiencia de gestión de proyectos empresariales como pago.

Y le hizo la oferta, Erika le llamó una semana después aceptando.

Muchas gracias por leerme