¡Deberás amar al NEGOCIO por sobre todas las cosas!

Mi amigo Justino me comentaba al inicio de la semana de una mala experiencia que han tenido donde trabaja respecto a temas de Agilidad, Design Thinking, UX, Scrum, Design Innovation, Google Design Sprint, Kanban, ScrumBan y demás metodologías que están en boga.

El relato es una mera reflexión de la vivencia para fijar un punto de vista en el aquí y ahora, pero puede cambiar con el tiempo cuando se integren elementos adicionales.

Ese día todos estábamos muy contentos sabes — inició mi amigo- teníamos por fin una dirección y una estrategia general para todo el banco: ¡Ágil nos hará libres! O algo parecido pensábamos en ese momento, ya ni recuerdo bien para serte honesto amigo, nos quitamos la corbata y compramos muchos postits y paredes de vidrio para poner ideas y para integrar visibilidad a nuestro quehacer — ¿sabes amigo? — El aire tenía un olor a cambio y cuánto nos ilusionó a todos.

Fuimos a capacitación todos los involucrados — y casi suspira ante el recuerdo cuando me platicaba de esto Justino- y de verdad era novedoso y útil, empezamos a tener todas las reuniones, creamos los artefactos, nos corregíamos y empezamos a cooperar cuando teníamos dudas … incluidas las de la propia metodología ágil … el mundo debía estar listo porque le íbamos a dar con todo y seríamos ¡los reyes del mercado muy pronto!

¡Hay de mí! — suspiro mi amigo Justino- si hubiera hecho caso a una frase que seguramente tú conoces, es de una escena de una película amigo que es más o menos así:

Estaban en el campo de batalla de la segunda guerra el ejército alemán contra sus enemigos en cruenta batalla, desesperados por que no se veía quién ganará, uno de los soldados se encomienda a Dios con todas sus fuerzas y se lanza al ataque, entonces su amigo reflexiona para sí y dice: ¡Si Dios está con nosotros! ¿Quién está con ellos?

Supongo que ante mi cara habitual de sorpresa, Justino me dijo -Quiero decir amigo, que si nosotros estábamos haciendo todo esto, seguro nuestra competencia también lo estaba haciendo, y entonces queda algo como:

“¡Si ágil está con nosotros, quién está con mi competencia!”

Pero estoy adelantándome mucho querido amigo -reforzó Justino con dureza hacia sí mismo- ¡Otra vez el mismo error!, deja tomo el hilo del tema nuevamente, sucedió que cuando todos estábamos tan listos en la metodología y por cierto pasamos por muchas, por que cada vez se tenían puntos y necesidades diferentes, por lo qué se complicaba usar una sola, parecía que ser ecléctico era la mejor idea.

El enfoque de todo el equipo era integrar los artefactos de Scrum que fue la columna vertebral, estábamos mucho más interesados en lograr la definición de Sprint y conseguir que las reuniones diarias de pie dieran resultados que propiamente en avanzar en la estrategia del negocio, lo lógico era que si tuviéramos avance… porque tengo una conclusión Héctor — dijo subiendo la voz Justino-

“Las metodologías son muy útiles, pero nunca debes perder de foco para que las estás implementando”

Nos frustramos porque no lográbamos cumplir con la premisa básica, que estábamos seguros nos daría resultados fabulosos una vez que se lograra hacer y:

“Cuando los equipos no lograron ser autodirigidos, le echamos la culpa a la cultura del mexicano y nos dijimos que tantos años de hacer lo mismo es complejo cambiarlo”

Pero regresando al tema de las metodologías pasamos por muchas de ellas y mejor te platico una anécdota interesante para que te des una idea y no te aburra con tanta palabrería — sentenció Justino –

Estábamos construyendo un producto digital (no puedo detallar por temas de confidencialidad el detalle que me dio mi amigo, pero no pierde sentido ni afecta el relato) y definimos el backlog y estimamos con planning poker, hicimos reuniones semanales y las diarias de pie con las 3 preguntas que se deben hacer, nos funcionó muy bien en la primera fase y eso nos dio confianza para avanzar con pies de plomo … (mi amigo tuvo un momento de silencio que no quise interrumpir, se veía como rememoraba la historia y me quedaba claro que no era nada sencillo de aceptar) … pero ¿sabes? — dijo retomando la plática — cuando sacamos nuestra primera versión a los clientes algo empezó a pasar y empezamos a tener otras necesidades que Scrum no cubría, empezamos a sospechar de nuestra “bala de plata” — rio por lo bajo cuando terminó la frase — es que así le decimos ahora a Scrum -dijo para explicar la risa — nos quedaba corta, empezamos a hacernos falta temas de pruebas de mercado, esquemas de innovación de nuevas características, validaciones tempranas del modelo en mercado y todo aquello que en nuestro entender, no entraba ni de chiste en la caja Scrum:

“Sentimos que teníamos un martillo y le vimos a todo cara de clavo — Cuando Scrum no era para todo”

Empezamos a generar <<pausas>> primero y luego entendimos que eran parte del proceso, que sí se podía integrar con Scrum y Kanban, que por cierto es otra historia que confundimos la pared Kanban creyendo que era un artefacto más de Scrum, cuando es la herramienta de Toyota para dar visibilidad al trabajo y evitar desperdicios asentada sobre la base de número máximo de trabajo que puede hacer un equipo (WIP: Work in Progress ) -dijo con tono de instructor Justino –

Imagina nuestro asombro y problemas, cuando integramos Design Thinking para buscar alternativas de crecimiento del producto ¿Y qué artefacto de Scrum es ese? ¡No lo vimos en el curso!, dijo alguien del equipo en una reunión y nos pareció muy válida la duda, al menos en ese momento, y así sucesivamente con nuestro binomio amigo que fue:

“Por cada necesidad de la metodología, buscamos una parte del negocio que ajustara”

Y para ser honesto, si nos ayudaron y mucho aunque tuvimos un sentido como equipo muy extraño:

“Con la incorporación de otras metodologías, teníamos la sensación de traicionar a Scrum”

El equipo se enfocaba a tener los artefactos de Scrum (tuvimos un “shock de agilidad”), el objetivo trazado era que teníamos que tener ágil implantando en el Banco, hasta nombre le pusimos a este equipo de innovación, le llamamos …. (no puedo poner el nombre pero poco importa) y después de algún tiempo caímos en cuenta de algo peculiar:

“El equipo estaba convencido que Scrum es implantar la agilidad y que ser ágil es hacer las cosas rápido”

Tiempo después a raíz de que un miembro del equipo, tomo la decisión de imprimir el manifiesto ágil y leímos y volvíamos a leer la primera frase …

“Nuestra mayor prioridad es satisfacer al cliente mediante la entrega temprana y continua de software con valor”

Y bueno, al recordar y leer todas las demás entendimos muchas cosas y decidimos enfocarnos en los principios más que en los artefactos, las cosas mejoraron sustancialmente y entendimos que:

“Agilidad puede ser FRAGILIDAD, todo depende del enfoque que le des”

Y en este avanzar de entregar valor entendimos y plasmamos una frase que nos gustó a todos:

“Deberás amar al NEGOCIO sobre todas las cosas y las metodologías”

Y decidimos no satanizar a las metodologías amigo — continuó diciéndome Justino- porque la culpa no es de estas sino del enfoque que le dimos y como las utilizamos -y mi amigo guardó silencio hundido en sus reflexiones-

Cuando hubo regresado de sus pensamientos, le dije a Justino:

Sabes bien mi estimado amigo que aprendo mucho de ti, pero para no olvidarlo te parece si hacemos un dibujo con las conclusiones que por cierto me parece muy importantes que han llegado en el BancoT.

Y entre los dos llegamos a este dibujo:

negocio

Podemos decir entonces Justino, y la verdad espero no equivocarme:

“El negocio es quién demanda que metodología usar, con base en los momentos en que se encuentre y no al revés”

¡Si Héctor justamente! -afirmó Justino- es una aproximación que ahora queremos empezar, ahora el problema es que … ¿Cómo hacemos para cambiar la dirección sin que parezca otro experimento destinado a fallar?

¡Yo te puedo ayudar amigo! — le dijo el vendedor que llevo dentro- hemos descubierto en Tech&Design la manera de hacerlo y funciona, el asunto es:

“No existe una RECETA para transformación digital, se sientan procesos generales pero con base a las necesidades particulares de cada negocio y equipo”

Y si te venden lo contrario, es humo fino pero sigue siendo humo amigo — y ambos reímos de buena gana-

Sí Héctor y no tengo duda -dijo con cara de preocupación y desesperación al mismo tiempo- pero el tema es que mi BancoT NO quiere trabajar con empresas pequeñas sabes, no es nada personal y lo sabes, siempre me enfoco en el valor que pueda generar a la empresa -dijo en tono de justificación que rápidamente entendí y repliqué- ¡Y no tienes que explicar nada amigo!

Te parece si te doy las razones (todas fundamentadas en procesos ya probados a nivel internacional de la industria) de las ventajas que se obtiene al trabajar con una empresa como Tech&Design, quiero decir por considerarla PyMe

Y ahora sí me toco hablar a mí, pudo palpar el valor que tendría su negocio al trabajar con Tech&Design… pero es tema de otra #CharlaConJustino que la publicaré la semana siguiente …

Gracias por leerme, saludos