¡BancoT el primer NeoBank está en línea!
Todas las personas en la reunión por zoom tenían esa frase de fondo, era el primer día del CTO, una persona muy joven, quizá mucho para el puesto, su rostro casi infantil, pudiera ser por lo delgado, el color de su piel, o su imberbe rostro con esa sonrisa sin descanso.
– Hola, me llamo Cristino – dijo – me pueden llamar CTO, por la “C” de mi nombre, “T” que está a la mitad y la “O” al final
Unos rieron por lo bajo.
Cristino, se echó a reír, era una broma que había inventado años atrás con su nombre, mientras estudiaba Ingeniería en Sistemas
BancoT donde Justino era el CEO, esto pasó años atrás, la historia de Cristino es interesante, por dos razones:
1).- Su mentor
2).- Sus retos en tecnología, con su juventud a cuestas
Pero me estoy adelantando a los hechos, vamos paso a paso, ese día terminó la reunión de presentación, Cristino estaba emocionado, le reportaba al CIO Teodoro, era su segundo empleo formal, era un tipo brillante, inteligente y estudioso, toda una promesa en tecnología, la gran apuesta.
Al menos, era la idea de Teodoro y de Diego (El Chairman de BancoT), debo ser honesto, agradezco que me leas, por eso te comparto (por favor no le digas a nadie) en confianza que a mi amigo Justino, no le hacía ninguna gracia Cristino, “Demasiado joven y arrogante, le parecía”, son sus palabras, no mías.
No le digas que te he dicho, sigamos ahora.
Esta historia de Cristino (CTO), te la iré contando poco a poco, es probable que estés en una situación similar, o que tengas mucha experiencia y seas un tomador de decisiones, como Justino. Considero que te puede ser de utilidad en ambos casos, el destino y las #AventurasDelCTO nos darán la respuesta.
De esas pocas veces que mi buen amigo, Justino tuvo errores de juicio prematuros, recuerdo bien esa tarde, estaba molesto cuándo le hablé, habíamos quedado de ir por un café, pero no tenía humor, de verdad estaba molesto, cosa rara en él.
-¿Está todo bien, amigo? – quise saber
– Si
– Ajá, conozco ese monosílabo ¿Me quieres contar?
– Contrataron, bueno no ¡Me impusieron un niño para CTO!, según la promesa para el futuro, Diego y Teodoro dicen una frase, espera, recuerdo como era, no me la aprendí, la anoté, espera …
– Sí
– “La navaja que rebanaría el pastel del atrevimiento”
– ¿Qué?
– Tal cuál, como lo escuchas amigo, Héctor
– Te contaré una historia amigo, Justino, una de las razones de que me despidieran de las boinas rojas con verde
Y le conté mi historia a Justino, de la persona “apadrinada desde arriba” que menosprecie por su falta de talento e inteligencia (tenía días oscuros en esos tiempos), pero que al final me costó el trabajo, es algo para tener cuidado.
Al terminar mi historia, me dijo
– Ummh, ¿Y qué sugieres?
La verdad es que no estaba preparado, ¿Sugerir algo?, yo solo quería contarle una historia
– ¡Búscale un mentor!
Nunca pensamos, que empezaría una historia tan … bueno esa es otra historia.