Te comparto una reflexión de una obra de teatro maravillosa y el Teatro de servicios financieros (Banca, Fintech, NeoBank, Sofom, Sofipo, Socap)
🎬 El sábado pasado fui a ver la obra “Ese amor de Romeo y Julieta” de Verónica Bujeiro en la UNAM, nunca aparece Romeo ni Julieta, todo pasa desde la cocina de los Capuleto.
Exploraron la “cuarta pared” muy bien, interactuando con nosotros (el público), para ser parte de la obra.
Imaginé al CEO y su séquito como los padres de Julieta Capuleto, la normatividad que detiene iniciativas (no el regulador, hay países que si promueven) como los Montesco, Julieta sin duda es el mercado que quiere cosas nuevas, Romeo puede ser la Fintech, los NeoBank, las Sofom y Sofipo digitales que apuestan con nuevos modelos.
Te comparto, que tengo pendiente escribir una buena historia desde este ángulo, pero en este comentario, te comparto una visión que te puede ayudar.
¿Y sí, desde la cocina de los Capuletos se hubiera tramado la historia de amor de Romeo y Julieta?, es el enfoque de la obra, que te la recomiendo.
En diversas ocasiones sentados en la mesa del poder, el CEO y los socios de organizaciones, dicen y comentan “el deber ser“, dictan la dirección y el rumbo para la organización.
Pero quién opera (cocina) o ejecuta es quién de verdad da sentido a este mandato, cuándo tengo más confianza con los mandos medios y operativos, surgen los problemas, no es lo mismo el general que manda a la tropa, que la infantería que lucha en el campo de batalla.
Terminando las reuniones, donde todo es bombo y platillo, el los elevadores, surgen las caras largas, donde el tomador de decisiones que dicta el rumbo ya no está, le pregunto al que ejecuta y opera
– ¿Todo bien?, te cambió el semblante
– Sí, todo bien
Y por lo regular, suspiran y empiezan a enumerar la lista de problemas y fricciones que ya vieron para seguir el rumbo que les acaban de informar.
Me surgen muchas preguntas, propuestas, ideas, para buscar superar estos temas, desde las reuniones 1:1 como primer paso, pero es para otra reflexión.
¿Quién está en tu cocina? ¿Sabes su nombre? ¿Sus motivaciones? ¿Sus dolores? ¿Sus aspiraciones? ¿Sus retos para cumplir tu mandato?