Un grito quejumbroso, llamo la atención de #ElViejoConsultor, estaba en un centro comercial, buscando una camisa para su nuevo traje.
Estaban como a tres pasos dos jóvenes, les tocaba pagar una camisa que eligieron, eso lo supo porque su conversación era acalorada.
– ¡Esta porquería no sirve! – dijo uno de ellos
– ¿Por qué?
– Solo se cerró, cuándo intenté ver mi saldo, para saber si me alcanza para pagar y si tengo habilitada la tarjeta
Y luego, repitió la publicidad de esa entidad financiera, donde decían que eran novedosos e innovadores, porque podía apagar y prender su tarjeta para evitar fraudes, con un CVV dinámico (Anti-Hacker)
El viejo consultor, sonrió por lo bajo, la publicidad había hecho su trabajo Pero en el momento de la verdad. ¿Cómo era la experiencia? Su atención ya la tenían esos dos amigos
– El internet es malo aquí, amigo, creo que hay bloqueo de señal – con un tono de consuelo
El interlocutor, se volvió molesto
– ¿Y en que me ayuda eso? Yo como cliente, tengo que ver mi saldo, me importa poco si hay bueno o mala señal, ¡Quiero ver MI dinero! (énfasis en “MI dinero”)
El viejo consultor asintió con la cabeza, el joven lo vio
-¿Se le ofrece algo, señor?
– No, disculpe joven
Un tanto avergonzado, se retiró, para apuntar la lección maravillosa que acababan de darle, sería una pregunta para sus clientes, una más de su arsenal de preguntas para un CEO.
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¿Y tú, que odias de tu App Financiera? ¿Me comentas?
