– ¿Si fueras el CEO de un NeoBank, por donde empezarías? – quiso saber el tomador de decisiones
El Viejo Consultor tenía experiencia, sabía tomar este tipo de comentarios, el contexto importa, siempre se repetía
– Puede ser una pregunta simple de responder, darte ideas accionables, sugerir tareas que no son … comunes, pero es importante conocer primero ¿Qué objetivo tiene tu duda?
– Me interesa conocer una postura un tanto alejada, de la ceguera de taller
– ¿Quieres algo para útil para recordar y poder transmitir?
– Eso sería maravilloso
– ¿Y además que sea corto y conciso?, sin que por esto pierda valor
– Me pondría exigente con otra persona, pero me lees bien mi viejo amigo
– ¿Tendría que ser profundo, te gusta en menos de 10 palabras?
El tomador de decisiones se mostró serio, su mueca de disgusto se hizo nota
– ¿Me tomas el pelo?, somos amigos, pero no abuses – sentenció
– Soy consultor, señor, debo tener claro el requerimiento para poder tener certeza de mi ayuda
La sequedad del comentario hizo cambiar el mohín de disgusto por una sonrisa fuerte
– Disculpa amigo, pero de verdad necesito tu ayuda, estamos haciendo tanto que a veces creo que perdemos el foco
El viejo consultor, se puso de pie, dio varios pasos (muy teatral) para decir con dicción envidiable, lento, pero con ritmo, palabra por palabra como si alguien tomara el dictado y no escapará ni las comas imaginarias.
– Actúa conforme a esa idea y tendrás éxito – sentenció
– Vamos a comer amigo, te invito, necesito explicación, aunque lo entiendo y me gusta