Un estruendo en la sala, la ponente de Inteligencia Artificial se veía muy prometedora, llena de logros, inició su exposición.
Allí se encontraba un joven y un experimentado CEO, se conocían, coincidieron en la conferencia, el tema está muy en boga.
Al terminar los primeros quince minutos de exposición, llenos de logros, destacando y justificando su ponencia, empezó lo interesante, los servicios financieros y la Inteligencia Artificial
– “Deben compartir sus datos”
Joven y viejo se removieron en sus sillas
– “El mayor error de los servicios financieros es no usar Inteligencia Artificial, basado en Open Data” – siguió la ponente
El joven CEO lleno de entusiasmo, asentía
El viejo CEO, frunció el entrecejo
El joven CEO pensaba: “Estoy en el camino correcto”
El viejo CEO pensaba: “Hay otros errores, las estrategias simplistas y genéricas requieren detalles finos para ser exitosas”
– “La Inteligencia Artificial, es la llave para los nuevos negocios”
El joven CEO, asentía y aplaudía
El viejo CEO, suspiró: “Sin datos de calidad, la información para tomar decisiones y tener nuevos negocios es solo una ilusión, que la herramienta poderosa puede hacer, pero no tiene ingredientes para producir”
La conferencia finalizó, apenas hubo preguntas al terminar.
Se reunieron unos minutos, el viejo y el joven CEO
– ¿Maravillosa conferencia, no?
El viejo CEO, pensó bien sus palabras
– Recomendación irresponsable, mi querido y joven amigo
– ¿Por qué lo dices? – había aprendido a no revelar sus cartas, le gustaba preguntar
Y el viejo CEO, le dijo una cita:
“Si la única herramienta que tienes es un martillo, todo lo que te rodea parece un clavo”
Abraham Maslow
Y el joven CEO, se quedó hundido en sus pensamientos, lo que hace unos minutos lo tenía convencido, ahora se lo cuestionaba, al parecer y a su pesar, a grandes pasos aprendía la responsabilidad de su rol.
