¡La gente no usa tanto mi sucursal móvil!

Luego de la confidencia, nuestro amigo El Viejo Consultor, guardó silencio, no le quedaba claro, si era una declaración o una señal de auxilio.

El silencio se volvió incómodo, lo notas, haces muecas, mueves los ojos mientras la otra persona sigue distraída, no sabes si es buena idea interrumpir o dejar que siga en su mundo.

Luego, notas que al tardarte en decidir, ha pasado más tiempo de incómodo silencio, quizá suspires un poco, tratando de retomar su atención, te aclaras la garganta y nada … cuánta incomodidad.

Todo esa pasaba por la cabeza de El Viejo Consultor, hasta que por fin su interlocutora dijo:

– ¿Tienes alguna idea de por qué pasa tal cosa? Dicen que eres bueno

Sin hacer eco del halago recibido, preguntó:

– Tu aplicación móvil le llamas sucursal móvil. ¿Por qué emulas un servicio del ladrillo?

– Sí – su tono denotaba impaciencia, era algo obvio y positivo ¿No que era bueno este viejo?

– ¿Y quieres que ya no vayan a sucursal tus clientes?

– Claro – ¿Será retrasado? pensó, que pérdida de tiempo

– ¿Y les mandas mensajes de una sucursal <digital>?

La CEO guardó silencio, ahora no fue tan incómodo

– ¡Si, que eres bueno viejo

– El Viejo Consultor, por favor – solicitó y la CEO asintió con una sonrisa

“Estoy frustrada por querer llevar la experiencia del ladrillo, en una App Móvil”

– ¡Trabajemos juntos!