El agilista certificado mira al joven, está enojado, ¿Cómo se atreve a decir que hay algo mejor que Scrum?, pero no dice nada
- ¿Tú, que haces? Quiero decir, ¿En que programas?
- Hago de todo, la App, los servicios, ayer por ejemplo, estuve integrando un principio de separación de responsabilidades para un microservicio que luego se integrará a la API de datos abiertos, pensamos en publicar SSO con OAuth2
- Espera, espera – le ataja – no te estoy entendiendo nada, ¿Qué no les enseñan a hablar como la gente normal?
El programador, no se da por ofendido y responde
- No, de hecho no. ¿Tú que haces? – es claro que la pregunta tiene una cierta trampa
- Como Scrum master conozco a detalle todos los procesos y garantizar su cumplimiento, es mi deber, trabajo de la mano con el Scrum Manager
- ¿Y sí? de pronto alguien no sabe o no quiere seguir la 𝙢𝙚𝙩𝙤𝙙𝙤𝙡𝙤𝙜𝙞́𝙖 de Scrum
Como si le hubieran hecho la peor ofensa a su persona, saltó de la silla, casi gritando al joven
- ¡Scrum no es una metodología, es un marco de trabajo!
Un señor entrado en años, se acerca lento, se interpone entre ambos hombres y pide una cerveza, le toma un sorbo, lento, la disfruta
- ¿Y como lo percibe el ciudadano de a pie? – pregunta sin ver a nadie, como si hablar para sí mismo
El cantinero, sigue frotando vasos, interesando sin decir nada, atento …
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